No creo que nunca alguien haya escuchado algo como eso jamás. Eres lo que siempre pensaste que fuiste y mientras más lo piensas, más dejas de serlo. Aunque suene absurdo, tonto o demasiado evidente, aunque suene como un gran pez que solo habla porque quiere agua.
Antes de la medianoche ella estaba preocupada, con la mirada perdida, la espalda destrozada. Sus pies estaban rojos de tanto andar, y sus ojos cansados esperaban ver el mar. Nunca estuvo tan cerca de la muerte, la idea de enfrentarla la aterrorizaba pero la sentía cercana. Le suplicaba que no se lo llevara, que le dejara una última vez siempre, que no le hiciera tanto daño, que la esperara. Indolente y arrogante, de la manera más cruel le dió una golpe en la cara y la tiró al suelo. Pero, ella seguía suplicándole,para terminar escuchando de su parte: "Las palabras son inertes, las palabras están muertas."
En la ventana de un puente verde, Lucía le decía a la muerte: "Mi existido, existe y existirá" y "No necesito explicaciones cuando mis sentimientos son razones." Pero ahora sí; está bien, si no me lo quieres permitir, si me quieres llevar contigo, si ese respiro que antes con tanta dulzura me ofreciste ya no es mío. Llévame, porque nada más me importa. Llévame, porque nada más tiene sentido. Llévame, porque ya no siento que vivo.
"No llores", le contestó la muerte: "No llores que te espera otro camino.", "Está en todos nosotros: nuestros cuerpos están muertos, pero nuestros cerebros todavía están vivos."
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