domingo, diciembre 06, 2009

Sin hablar, sin correr

No sabía como abrir una nueva pestaña.
En la vida hay que dejarse llevar, al menos una vez.
No sabía como marcar rápido los números.
Es posible sentir el movimiento de los cuerpos.
No sabía que las pesadillas podían tener tanta energía.
Es este cuerpo al que no le agrada lo lejos que estás.
La compañia de la soledad, analizándome y buscandome,
y yo esperando lo que el día me quiera dar.

Porque todo el mundo necesita tiempo
para caminar bajo la lluvia.
No creo que el silencio sea una forma de mentir.
Es igual a la valentía de vivir y volar.
Con alas o sin ellas. Pero con ganas.

Sin palabras.

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