Cantando,
una lágrima salió.
Llorando,
un árbol se cayó.
Esperando,
que se sequen los mares,
que vuelen las hojas,
que una luz de soles verdes
atraviese todo mi cielo.
He esperado y he llorado.
porque he querido querer
y seguir queriéndote.
Cómo te quiero.
María Fernanda Núñez Sarmiento.
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